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Estampas y recuerdos de Alzira (183)Importación de exportadores
Exportadores mallorquines se instalaron en Alzira para impulsar el comercio de cítricos
La actividad mercantil de la exportación de cítricos, a pesar del arraigo y magnitud en nuestras tierras, no tuvo su origen aquí, sino en la costa norte de las Islas Baleares. Quizás fue en Sóller, bello puerto en donde se inició la exportación de cítricos en el siglo XVIII. Allí se embarcaban los cítricos, producto de los naranjos que cultivaban los labradores habitantes de aquellas tierras cálidas de la isla mallorquina enviándolos en frágiles barcos hasta Cataluña y más tarde al sur de Francia, hasta que los árboles contrajeron una grave enfermedad y dejaron de producir. Aquellos comerciantes tuvieron que salir de sus queridas tierras y buscar otras para poder continuar con el comercio en que se habían especializado.
Queremos hoy dedicar nuestra colaboración semanal a los descendientes de aquellas personas que llegaron hasta Alzira a finales del pasado siglo, donde se integraron como unos alcireños más gracias a los habitantes de estas tierras que siempre han sido hospitalarios y que siempre han acogido con simpatía a los que han llegado de otras tierras de nuestra España formando lazos familiares con los nativos ribereños.
Así le ocurrió a María Colom Valcaneras, descendiente de exportadores mallorquines, quien a muy temprana edad llegó a Alzira y que mediada la década los años 40 contrajo matrimonio con el abogado alcireño Bernardo Andrés Bono, alcalde que fue más tarde de nuestra ciudad durante largos doce años. Ella ha sido, con la simpatía que la caracteriza, la que nos ha hecho de puente para recordar a las familias que llegaron de las cercanas y bellas islas Baleares para comercializar con los ricos frutos, producto de los vergeles de estas ubérrimas tierras.
Jaime y Juan Casesnoves fueron, el parecer, los primeros mallorquines que llegaron a Alzira a finales del pasado siglo al terminar la producción de cítricos en Sóller y tenían que seguir abasteciendo sus mercados establecidos en el sur de Francia, donde estos exportadores tenían algún familiar que ejercía de enlace con los compradores.
Los Casesnoves tenían el almacén a la Plaza de Casasús -de les Gallines antaño-; más tarde llegaría Miguel Cardell y también José Ripoll Magraner. En 1915 llegarían Valcaneras y Colom estableciéndose en la calle Santos, donde antaño se ubicaba un teatro.
No nos situaremos en la época de finales de siglo y principio del actual, porque no conocimos donde se ubicaron los almacenes de manipulado de naranjas y preparación para la exportación; pero nos señala María Colom que, cuando llegó a Alzira el conocido exportador Francisco Arbona se estableció en el almacén, aún existente, de la plaza de Santa María, frente a lo que fue la iglesia de la misma advocación, pasando después a la calle General Asensio 15, en cuya sede se recibió la visita del Jefe del Estado Francisco Franco, el 13 de mayo de 1947. Francisco Arbona mereció que el Ayuntamiento rotulara la calle con su nombre donde estaba su comercio. Señalaremos que otros exportadores mallorquines se ubicarían en la calle Hort dels Frares, como Matías Colom, donde hoy se encuentra la Sociedad Musical Alzira y en la otra esquina el almacén de Rabasa Elías (Jaime y José) estando por medio el almacén de Blas Palau.
Juan Ripoll Magraner tenía al almacén en la Plaza de la Morera -hoy sede de juzgados- fue el exportador que más conocimos por haber residido muy cerca del mismo.
Desaparecieron dejando la actividad de la exportación de cítricos Palau, Rabasa-Elías y Francisco Arbona, no continuando el negocio sus descendientes. Continuaron los Ripoll, al pie de la Muntanyeta y Matías Colom, en el inicio de la partida de Vilella. Algunos de estos mallorquines, nacidos en estas tierras, formaron familias con alcireños como Arbona con Piera y Colóm con Presencia, pero que al llegar cada verano no resisten la tentación de pasar sus vacaciones en las tierras donde vieron la primera luz sus antepasados, donde conservan lazos familiares para tomar fuerzas y emprender el laborioso trabajo en invierno.
Otras familias de la Plana castellonense llegaron hasta Alzira para dedicarse al comercio de la exportación de la naranja, como fueron Pascual Safont, Pascual Capella y los Fandos. El primero tenía su almacén en la calle Méndez Núñez; el segundo en la Carretera de la Estación -edificio que diseñó el arquitecto alcireño Juan Guardiola- y el tercero en el carrer de la Font, -Calle de la Paz-.
La fotografía que acompañamos es de finales de 1969 en la que vemos a mujeres alcireñas manipulando el dorado fruto y preparándolo para la exportación.
Alfonso Rovira 19.04.1996
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