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Estampas y recuerdos de Alzira (157)Las imágenes del recuerdo
Queremos tener un recuerdo para aquellos fotógrafos llamados ambulantes que recorrían las calles y plazas de nuestra ciudad
A todos nos es grato conservar una imagen de personas u objetos queridos. Hasta hace muchos años, estas imágenes no se podían conseguir sino por el dibujo y reproducirse por el grabado o la pintura, lo cual resultaba caro y no siempre fácil. Es más: el dibujo reproduce con más o menos minuciosidad pero no con exactitud.La fotografía es un arte por el cual se consigue que los objetos mismos se fijen, se retraten y queden permanentes sin perder detalle; que con sólo la luz del sol u otra artificial, siempre que sea intensa, todo un paisaje se grabe indeleble sobre una lámina u hoja de papel.
El inventor fue Daguerre, pintor y físico francés, que nació en 1787, para quien, como todos los inventos, fueron penosos y difíciles. A él se asoció Niepce, que había descubierto el procedimiento para fijar sin necesidad de recurrir al dibujo. Las primeras pruebas fotográficas las llevó a cabo en París. Daguerre, quien fue nombrado oficial de la Legión de Honor, la más alta condecoración que concede el gobierno galo. El invento se extendió pronto por todo el mundo.
Aquí, en Alzira, desde principios de este siglo que termina, tenemos conocimiento de que existía Saúl; un fotógrafo que tenía la galería en la calle Calderón de la Barca, industria que continuó Juan Ortega y en el tiempo actual Pepe Carrillo, “Niclas”; más tarde se estableció en la Plaza Mayor, Juan Saura y después Turpín en la calle San Vicente; transcurrieron los años y se establecería Alejandro González, en Pérez Galdós; Amargós, en Curtidors: Marrades, en Pare Crespí y el joven Agustí, en la de José Pau. También conocimos a Antonio Carrillo, que dedicó su industria a la foto comercial y que la continúan sus hijos.
Pero hoy, en nuestro espacio, queremos tener un recuerdo para aquellos fotógrafos llamados ambulantes que con su cámara colgada al cuello y en bandolera su flash recorrían las calles y plazas de nuestra ciudad tomando sus placas en fiestas falleras y acontecimientos familiares que se celebraban. Aún pasa por nuestra memoria imágenes que se nos han quedado grabadas de aquellos hombres que portando una gran caja que se servía de cámara oscura apoyada en un trípode con la que aquellos artistas hacían las fotografías llamadas al minuto, auxiliándose en horas nocturnas con un disparador de magnesio produciendo una humareda que ascendía hacia el cielo.
Fueron fotógrafos populares en nuestra ciudad Juanito Giménez, un hombre bondadoso, simpático y de buen carácter que llegó a nuestra ciudad, a principios de los años 40, procedente de su tierra, en la provincia de Almería, dedicándose a los pocos años de su estancia a la fotografía ambulante. Otro, también popular, fue Miguel Lucas, de profesión peluquero, que ejercía su profesión en un importante establecimiento de la Calle Ribera de Valencia. Un día se acercó a Alzira y como dice el refrán, va beure aigua del Xùquer i ja no s’en va anar. Primero desarrolló su profesión en la barbería de Tomás Sánchez Badía, en la calle Calderón de la Barca, que poco después abandonaría para dedicarse a la fotografía hasta sus últimos días en que fallecería en su tierra, en Jumilla, en febrero de 1987. A Lucas le tomó el relevo José Valls, en 1957, con ocasión de la nevada y helada en la Ribera. Pepe Valls continúa la actividad, siendo continuador de aquella saga de fotógrafos veteranos habidos en nuestra ciudad como Pepe Galí, Segismundo García y Manuel Expósito, estos dos últimos ya jubilados.
Pocos negativos conservan estos sucesores, continuadores de aquellos pioneros alcireños en este bello arte; Niclas heredó la historia gráfica de Ortega; Valls, los de Lucas y otros muchos aficionados, que perdieron sus negativos hoy hace 13 años, con la Pantanada de Tous. De algunas colecciones particulares que pudieron salvarse del barro que nos invadió aquel miércoles 20 de octubre de 1982 se ha podido recuperar parte de la historia gráfica de nuestro pueblo.
Nos quedan pues los recuerdos gratos de aquellos pioneros que plasmaron en el papel los mejores años de nuestra vida.
En la fotografía que acompañamos a este reportaje, obra del que suscribe, es del 23 de mayo de 1966, día de la Coronación de la Virgen de Lluch, acto del que fueron padrinos los consortes María del Carmen Suñer y Adrián Campos, que vemos en primer plano; en segundo plano se encuentran dos conocidos fotógrafos alcireños, Pepe Valls y Juanito Giménez.
Alfonso Rovira 20.10.1995
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Cultura : Historia, Patrimonio, Costumbrismo y Pasado,
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