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Pájaros de mal agüeroArtículo de opinión de Xavier Cantera
“No debemos frenar la crítica constructiva de un futuro limpio y mejor para todos”
Una opinión más
Ya han sido varias las personas que, en las últimas semanas, me han manifestado su pesimismo sobre el posible mal resultado, para la izquierda, en las elecciones europeas, primero, y autonómicas, después, a pesar de lo mal que lo está haciendo, para mucha gente, el PP en España, el neoliberalismo en Europa y lo mal que lo ha hecho y lo sigue haciendo en nuestra Comunidad Autónoma. Así y todo, dudan que el PP pierda las elecciones. Ni la bajada del PP en los sondeos sobre intención del voto ni la abundancia de actos de protesta ciudadana contra las políticas de Fabra y de Rajoy ni las conversaciones, cada día más frecuentes, criticando las decisiones del partido gobernante, son datos suficientes para asegurarles una alternancia democrática en el poder a nivel europeo, estatal o autonómico.
He tenido la impresión, al hablar con estas personas, que eran como “augures”, vaticinadores de malas noticias, las cuales suelen ir acompañadas de vibraciones negativas que no presagian nada bueno. En la antigüedad, estos adivinos se basaban en el vuelo de las aves para predecir el futuro según la “dirección que tomaban las aves” o según “la forma de realizar el vuelo” o “la manera de elevarse” o “de posarse”. Si el presagio era desastroso, las aves examinadas se etiquetaban de “pájaros de mal agüero”. ¿En qué aves se fijan mis comunicantes para presagiar tan negro y pesimista futuro? Se fijan en las aves comunes que abundan en todos los climas, las cuales se conforman pacientemente por miedo a perder lo poco que tienen o se disfrazan de siervos sumisos para poder recoger las migajas que caen de la mesa del poder o se convierten en estómagos agradecidos por tener un sueldo o de los obreros sin conciencia que después dicen que nunca los han votado o de los que vuelan merodeando los tejados de los organismos oficiales para ver que pueden llevarse a la bolsa o de los que se posan sobre el hombro del corrupto para agasajar su vanidad o de los que piensan no votar porque todos son iguales o de los que critican tanto a la izquierda que engordan a la derecha o de los que no tragan al PSOE o a los comunistas o a los nacionalistas, a pesar de que hacen primarias, por su pasado o de los que pasan de preocuparse de estas cosas porque no les interesan o de…
Si por el contrario se fijaran en la gaviotas del PP y analizaran la dirección que toman sus vuelos, por ejemplo, hacia la eliminación del Estado del Bienestar, hacia la reducción del poder adquisitivo de las pensiones y de los salarios, hacia el aumento de los impuestos, hacia la reducción de los derechos de todo tipo y hacia la pérdida de la musculatura democrática, su presagio sería al contrario. Si reparan en la forma de volar plácidamente sobre los barrios ricos y de soltar sus excrementos sobre los pobres, si analizaran cómo se elevan hacia la banca, hacia las grandes empresas, a los organismos financieros internacionales y cómo se posan, aves de rapiña alimentadas de corrupción, sobre los engañados con las preferentes, sobre los enfermos con el copago hospitalario, sobre los crónicos con el copago farmacéutico y de las ambulancias, sobre los discapacitados y dependientes con el copago por una atención necesaria, sobre los universitarios con el aumento de las tasas, sobre los recortes presupuestarios para la enseñanza pública, sobre la sanidad pública para favorecer el negocio privado, si examinaran su forma de volar o cómo se han elevado y dónde se han posado hasta arruinar nuestra Comunidad, el vaticinio del futuro podría ser diferente.
La responsabilidad no es de los adivinos ni de las aves comunes ni de las gaviotas sino de los que deseamos el cambio y por eso debemos dejar de ser observadores pasivos y augures facilitadores del desánimo y de la inacción. No debemos frenar la crítica constructiva de un futuro limpio y mejor para todos pero también debemos pasar a la acción y al compromiso diario de refrescar la memoria con todo lo que han “deshecho” y contagiar, mediante el boca a boca, nos queda poco tiempo, de la indignación consciente ante sus políticas negativas, aunque, en la recta final, las disfracen con cuatro falsas promesas, propias de un partido, como el PP, que se ha alejado del centro social y se ha convertido en el radical defensor del conservadurismo moralista, en el portavoz leal del capitalismo salvaje contra la clase media trabajadora, en el Robot Neoliberal destructor de los derechos sociales, económicos y civiles y en el mago encubridor de corruptos y especuladores. No le tengamos miedo a un posible bipartito o tripartito pues ya funciona bien en Andalucía y en L’Alcudia, sin ir más lejos. Lo bueno es que se controlan entre ellos al no tener nadie la mayoría absoluta. Terminemos con 20 años de despropósitos, de oropeles, de solo humo y caja vacía.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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