Se inauguró la Avenida Luis Suñer
El 29 de enero del año 1967, el industrial alcireño Luis Suñer Sanchis recibía de manos del alcalde José Pellicer Magraner la medalla de oro de la ciudad que le vio nacer. Un expediente que comenzó a gestarse en el ayuntamiento el día 5 de febrero de 1963, y el acuerdo el 1 de abril de 1966, dieron vía libre al acontecimiento del que vamos a tratar hoy. Aquella mañana soleada del domingo 29 de enero de 1967, llegaron a la Casa Consistorial las primeras autoridades provinciales, uniéndose a la corporación municipal, junto con los alcaldes del distrito de Alzira y con ellas la reina de las fiestas, Elena Negueroles Colomer; dirigiéndose en comitiva a la iglesia de Santa Catalina donde el Arcipreste Francisco Albiol ofició una misa solemne en acción de gracias.
Finalizada la ceremonia religiosa se trasladaron al cine Colón, donde tuvo lugar el acto protocolario que presidiría el gobernador civil Antonio Rueda, al que acompañaban en el estrado el homenajeado Luis Suñer, el alcalde José Pellicer, el presidente de la diputación Bernardo de Lassala, el gobernador militar, Joaquín Nogueras, el arcipreste Francisco Albiol, el juez de primera Instancia Francisco Beneyto y García-Robledo y fray Justo Pérez de Urbel, abad mitrado de la basílica del Valle de los Caídos, amigo de la familia Suñer.
El salón se hallaba completamente lleno de alcireños, dando comienzo la ceremonia con la lectura del acta del acuerdo unánime de la concesión de la medalla por el secretario del ayuntamiento Julio Tauroni Vitalis. Después, hizo uso de la palabra, en representación de los productores de las empresas Suñer, Vicente Sanchis. Andrés Palop, hablaría como presidente del Círculo Alcireño. Seguidamente intervendría el alcalde José Pellicer, diciendo que "no ha sido la autoridad quien ha propuesto este galardón, de una forma fría y burocrática, sino que ha sido ese entrañable pueblo de Alzira, el que con su fino instinto de agradecimiento ha desbordado todos los cauces y, con una unanimidad poco común, ha ofrecido su más preciado galardón a un hijo ilustre; de manera que, honrándole a él, participan de ese honor todos los alcireños".
A continuación, entre clamorosos aplausos, le prendió la medalla de oro a Luis Suñer, que vivamente emocionado dijo que se sentía un hijo de esta ciudad y se la ofrecía a ella, a su madre Alzira. "Sabré corresponder a cuantos con esta imposición me honran", prometiendo seguir laborando por el engrandecimiento de la ciudad que le vio nacer.
Cerró el acto el gobernador civil, felicitando al homenajeado y glosando la trayectoria de su vida de trabajo dedicada a sus empresas.
Inauguración de la Avenida Luis Suñer
Terminado el acto del cine Colón a primeras horas de la tarde, la comitiva se desplazó —momento que recoge la foto— a la avenida que iba a llevar su nombre. Allí, su esposa, Carmen Picó, descubrió una placa que recordamos fue elaborada su inscripción en una piedra sillar del desaparecido puente de San Bernardo. Una avenida, la de Luis Suñer, que partiendo de la plaza del Reyno, ha ido poblándose poco a poco de grandes edificios, donde antaño —partida del Alborgí— crecían frondosos naranjales, mediando el brazo muerto del río Júcar. Otras edificaciones han surgido donde durante tantos años se ubicaba parte del circuito amurallado de la antigua Algetzira.
Han pasado 25 años hasta hoy, día en que escribo esta crónica, desde aquel acontecimiento el día 29 de enero de 1967. Hoy, los alcireños recuerdan con cariño a su preclaro hijo, Luis Suñer Sanchis, fallecido en la ciudad que le vio nacer, en agosto de 1990.
Alfonso Rovira, 02.02.1992
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