Entre Luis Suñer y los trabajadores siempre hubo conciencia y dialogo
Recuerdo que me encontraba el 1º de mayo, hace ya años, en el hotel Chad de Damasco. Con gran sorpresa por mi parte, escuché que un grupo de personas hablaban español con acento andaluz. De inmediato, llegaron un nuevo grupo de jovencitas que se unieron al grupo de mayores con muestras de alegría por encontrarse en tierras extrañas y en plan de turismo. Como suele ocurrir, te unes al grupo y sientes satisfacción al comprobar que eran españoles, que se habían desplazado para realizar unas representaciones del típico baile andaluz en una conmemoración centenaria que se celebraba en Siria.
Mantuve conversación con el grupo. Las jovencitas, al apreciar la presencia de un español, se acercaron y una de ellas, en voz alta y señalando unos pasquines dijo: “mirad, aquí deben estar de elecciones”. Sonreí y a los mayores les comenté que debían fijarse, que todos los carteles llevaban impresa la misma cara y que era una convocatoria para el 1º de mayo. Ese día hubo una manifestación multitudinaria a favor del régimen.
En Damasco éramos pocos los españoles, ejecutivos en su totalidad. Nos reunimos a cenar y cada uno comentó las peculiaridades de la empresa que representaba. Fue una gran satisfacción personal la valoración y aprecio que se sentía por Luis Suñer Sanchis y por el complejo industrial que había creado; de modo muy particular por Avidesa, marca muy reconocida y que era un referente muy peculiar de Alzira. Luis Suñer no era sólo conocido por el triste secuestro, sino más bien, como empresario valiente, creativo, emprendedor y, sobre todo, por su carácter social. Alguien comentó con cierta tristeza, que el 1º de mayo podrían haber problemas en la empresa que él representaba por ciertas discrepancias muy serias en ciertas reivindicaciones laborales. Me sentí muy reconfortado, cuando al escuchar ciertas reivindicaciones, pude percatarme de que Cartonajes Suñer S.A, y Luis Suñer S.A. Avidesa no solo había solucionado ese problema, sino que lo había superado con creces.
Al recordar en la Fiesta del Trabajo éste y otros encuentros con personas ajenas y distantes, tanto geográficamente, como en intereses personales o económicos, como de los trabajadores que conformábamos sus empresas, hay que valorar la capacidad de humanidad, conciencia y dialogo que en la mayoría de la vida laboral hubo entre Luis Suñer y los trabajadores e igualmente a la inversa. Existieron momentos de desencuentro y cierta tirantez, pero todos sabíamos que había voluntad de hallar una solución. Fue una vivencia interesante y reconfortante para todos y que debiera no sólo mantenerse, sino potenciarse.
Luis Suñer siempre recordó que, aunque por poco tiempo, había sido trabajador en una empresa, Monfort y Peris –La Cotonera–, y que también había sufrido momentos no gratos. Comprendía y respetaba al mundo laboral y las reivindicaciones sindicales aunque, en ocasiones, no pudiera atender estas últimas, quizá, por cierta mala experiencia que sufrió. Por otra parte, los trabajadores e incluso los empresarios, sufrimos, al no estar preparados, el cambio radical de un sindicato vertical a la libre sindicación. Hubo voluntad y mucho esfuerzo de adaptación al nuevo modelo de relaciones laborales y sindicales, aunque no era fácil.
En la Fiesta del Trabajo mi oración y el mejor recuerdo para Luis Suñer Sanchis, ejemplo de empresario. También para cuantos amigos de trabajo que ya nos dejaron, al igual que mi reconocimiento a los sindicalistas o no, que dieron con esfuerzo pasos gigantes para labrar un porvenir para la generación actual con el logro de mejoras sociales y que no deben desperdiciarse o perderse.
José Palacios Boquera
Noticia publicada con autorización de LAS PROVINCIAS, delegación de la Ribera.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Bonito el recuerdo por este ¡GRAN HOMBRE! que tuvo Alzira.
Totamente de acuerdo con Anónimo. Gran hombre, gran señor, gran persona.
Alzira le debe mucho. Recordemos siempre a este hombre.
Vi a mis padres llorar casi todos los días en los que estuvo secuestrado. Me llamó la atención. Hoy, adulto, los entiendo.
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