“No se entiende la industrialización de Alzira sin la figura de Luis Suñer”
Miércoles, 17 de febrero – Casa de la Cultura – 20 horas
"Se me ocurrió la idea de profundizar en los archivos de Suñer, mientras jugaba una partida de dominó con su nieto, Alberto Campos", recuerda Sierra.
Este economista fue siempre un apasionado de Don Luis, como le denominaban sus empleados, porque "no se entiende la industrialización de Alzira sin la figura de Luis Suñer".
A buen seguro que son muy pocos los alzireños conocedores de que su insigne vecino, nacido en Alzira el 19 de marzo de 1910, empezó a trabajar con apenas 9 años en un comercio local, percibiendo un sueldo de dos céntimos mensuales.
Sierra que contó con la colaboración de su hija, Mari Carmen Suñer, de los sobrinos Alfredo y Marisol, así como de Rafael Sanfrancisco, Marcelo Redondo y José Ortega, entre otros, descubrió que Suñer empezó a trabajar de peón en la Cotonera, donde se fabricaban hilaturas y tintes a los 14 años.
En el año 1921, sus padres, José Suñer Orovig y Ana Sanchis Perpiñá, pusieron los primeros cimientos de Cartonajes Suñer en una pequeña vivienda, esquina con las calles Reyes Católicos y Mosén Grau. La confección de cajas para la Cotonera empezó a tener auge y en 1923 se trasladaron a un local más amplio de la calle Enseñanza.
En su juventud, Luis Suñer "participó activamente en la política en los inicios de la República", atestigua Sierra en su libro. Desde 1935 hasta 1945, la empresa de cartonajes estuvo instalada en la calle Doctor Ferrán, pero un cortocircuito redujo a cenizas las ilusiones de los Suñer. Para entonces, su hijo Luis era ya el director de la empresa. Pero el incendio resultó un minúsculo obstáculo para frenar su ímpetu luchador. Alquilaron unas instalaciones en el viejo Molino de Aliño, donde hoy está ubicado el Centro de Salud Sants Patrons, mientras levantaba sus archiconocidas naves a las faldas de la Muntanyeta, en el antiguo Hort de Magraner, tarea que finalizó en el año 1948. A partir de aquí afloraron todavía más sus enormes dotes de empresario autodidacta y pronto convirtió Cartonajes Suñer en la empresa líder en España en el suministro de envases para la industria farmacéutica.
“Avidesa fue una máquina de conseguir beneficios”
Ya en la década de los 50, puso en marcha la factoría avícola número 1 en El Respirall, "su éxito fue estandarizar el pollo de un kilo" apunta el autor, ya que tuvo "una excelente demanda en la restauración como consecuencia del incipiente turismo".
Los pollos congelados originaron una amplia red de frío en toda España "que la aprovechó para introducir un nuevo producto, los helados". Sierra recuerda que "Avidesa fue una máquina de conseguir beneficios".
Pero en el año 1960, el padrino local recibió un durísimo golpe, la muerte de su hijo Luis Suñer Picó, que con apenas 21 años era el director general del holding empresarial.
Don Luis tuvo siempre un comportamiento protector hacia sus trabajadores y así fue como en diciembre del año 1960 se inauguró la Colonia Ana Sanchis, conocida popularmente como "les casetes de Suñer".
La actual alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, recuerda en el prólogo del libro, otra de las facetas destacadas del empresario local, "no hay entidad deportiva, festiva, religiosa, social o educativa que no haya tenido en momentos de su historia el patrocinio, soporte, colaboración o ayuda de las empresas del recordado industrial alzireño".
“La gran industria de Alzira
es todavía hoy una continuación de su obra”
El libro editado por la Falla Plaça Major no olvida, lógicamente, el secuestro a manos de ETA político-militar que conmocionó a toda la ciudad.
Fue poco después de las 10 de la noche del 13 de enero de 1981 cuando un comando de la organización terrorista penetró en su despacho y se lo llevaron de Alzira en el maletero de un vehículo. Fue el secuestro más largo de aquella época. No fue liberado hasta la madrugada del 13 de abril, cerca de la pequeña población de Alberite, próxima a Logroño, pero, eso sí, tras pagar la familia un rescate de 325 millones de pesetas. A pesar de estar los billetes marcados, al parecer sólo se pudo recuperar una pequeña parte de aquella millonaria suma.
Las empresas Suñer tampoco se libraron de la pantanada del 20 de octubre de 1982, aunque como refleja Sierra, en su documentado libro, "el grupo empresarial recibió pronto las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, si bien no cobraron la totalidad de las elevadas pérdidas".
Su ingente actividad le pasó factura a los 80 años, un 22 de agosto de 1.990, fecha en la que su corazón dijo basta. Más de un millar de vecinos salieron a la calle para despedirle, pero Suñer no se fue de su querida Alzira sin recorrer, por última vez, todas y cada una de las instalaciones de su gran emporio industrial.
La publicación, de la que se han editado 600 ejemplares, está dividida en 12 capítulos y un epílogo. Xavier Sierra, tras dar un repaso por su obra, insiste en la "repercusión que Luis Suñer tuvo en la industrialización de Alzira" que le permitió superar a otras poblaciones importantes de la comarca que durante muchos años tuvieron una gran dependencia económica de su agricultura. "La gran industria de Alzira, salvo casos contados como Grefusa e Hilaturas Presencia, es hoy en día una continuación de su obra".
Xavier Espanya
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Me ha encantado el articulo y desearia comprar un libro ¿donde los venden?Muchas gracias, me encanto lo que lei de D.Luis se pinta interesante
¿De qué murió su hijo? ¿Era joven? Siempre he oído que su salud mermó mucho a raíz de ese desafortunado trance.
Benito, creo que era epiléptico. Lástima su muerte, hubiera sido una digna continuación de su padre (se lo he oído decir a mi padre).
Desi, me imagino que el libro lo venderán en la casa de la cultura hoy, en la presentación que se anuncia.
Ojalá tuvieramos hoy en Alzira un SUÑER. Enhorabuena a Xavier Sierra y a la falla de la Plaça Major
Una vida para escribir un libro. Menos mal que alguien lo ha hecho. Felicidades Xavier.
El libro se presenta interesante. Muy bien por estas iniciativas falleras. Para que luego digan...
Merecido homenaje a don Luis. Cabe recordar que los que trabajamos en alguna de sus empresas, en los años 60, 70 y 80, nuestro nivel salarial era bastante elevado. Alzira y su comarca aumento su renta y la crisis citricola no se noto tanto como en otras zonas, al absorver en sus factorias buena parte de la mano de obra excedente en el campo. No se concibe la Alzira de hoy sin recordar a don Luis; Cartonajes, Avidesa, Mogesa o Papensa, centros de trabajo creadores de riqueza y bienestar. Tampoco debemos olvidar las mejores altruistas; Centro Carmen Pico, Campo de futbol Luis Suñer Pico o las casas para trabajadores.
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