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La muerte de nuestro paisano J.A. Dolz fue absurda y provocada por una maldad sin causa¿Quién nos indultará? - Artículo de opinión de Enrique Masiá
“¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?” Esta es la frase con que Cicerón comienza la Primera Catilinaria. Hasta cuándo tendremos que soportar la ineptitud de los que nos llevan a la crisis y no saben sacarnos de ella; de los que protegen a los bancos impidiendo su desahucio y permiten que desahucien a familias, víctimas de sus engaños.
¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de la buena fe de los que confían en vosotros poniendo en vuestras manos una parte sagrada del hombre que es su libertad para que con la legitimidad de todos construyáis un mundo más justo?
Estamos cansados de oír que ‘la democracia es el imperio de la ley’. Una ley que muchas veces no busca el bien común, sino que responde a intereses, quimeras partidistas. Una ley que se invoca cuando conviene y no se aplica cuando a “Catilina” no le interesa. Una ley que se cambia según lo que convenga en cada momento.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar, Catilina, la falta de profesionalidad en vuestro trabajo bien remunerado que repercute en el mal funcionamiento de lo público?
Iba a decir la última, pero seguro que me equivoco. Ha sido el indulto del homicida, mal llamado kamikaze, que mató a nuestro paisano José Alfredo.
Yo estaba la noche que ocurrieron los hechos en su casa con sus padres y familiares y viví con ellos el intenso dolor e impotencia ante lo inexplicable y, en principio, inexplicable. Podemos aceptar lo fortuito; podemos buscar explicación a lo necesario y soportarlo, pero hay cosas que no tienen explicación; no explicarse la muerte absurda y provocada por una maldad sin causa.
En un instante cambia sustancialmente la vida de una familia y de muchas personas: sus padres, su novia, su hermana, sus familiares, sus amigos, compañeros de trabajo, clientes... y comienza el calvario de, por respeto a la dignidad humana, buscar que la justicia, la ley equilibre los efectos de la ‘maldad sin causa’ que esta familia ha tenido que sufrir.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar a los ‘Catilina’ que no se toman nada en serio y no saben explicar el por qué de sus decisiones? Por qué no explican las razones y se autojustifican con frases como ‘en el futuro, esto lo tendremos que pensar mejor’ y, eso sí, se apresuran a decir que nada tiene que ver el bufete que ha llevado el tema y que, ‘casualmente’, emplea al hijo del Ministro responsable.
Si existe una razón para el indulto tenemos derecho a conocerla. Alguien tendrá que explicarnos el porqué ‘Catilina’ concede esta gracia a quien mató sin causa.
Enrique Masiá
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Y los que mueren cada día porque se envenenan la sangre que era limpia. Cigarrillos consumidos cada día, drogas que enferman las mentes, perturbándoles y por ello robos y crímenes cometen. Dan pie a un accidente fortuito que muchos padres y familias con gran dolor a sus hijos pierden. ¿Y los niños que mueren cada día en las guerras injustas? perdiendo muchas vidas inocentes, por esos grandes accidentes que el hombre causa en este mundo como un loco los comete. ¿Dónde está la justicia? Confunden la sal con el azúcar, se hacen inexpertos siendo letrados y fuertes, porque reciben por ser el criminal indultado un gran fardo de billetes en sus injustas manos. ¿Dónde esta la justicia? ¿Dónde está el fiel abogado? El dinero es el que da mandato de un juicio que siendo un hombre justo es por ello acusado, y siendo criminal es absuelto por un dinero que ha recibido en sus sucias manos. Siendo un infiel abogado se ha hecho rico a costa del ser humano. No hay mayor ladrón que el que roba sin entrar en un hogar, sin guantes usar y sin huellas dejar, sale del juicio beneficiado, metiendo en la cárcel al inocente y sacando al que es culpable, por un dinero abonado sale inmune también el abogado. Así es la justicia de los hombres en esta tierra. El bendito dinero es el que manda en nuestras vidas, por que por el, perderíamos incluso nuestra vida.
¡No hay justicia!
Solo existe la justicia Divina
Vuestra hermana
Rosa María de Dios
Aquí, hoy y ahora, ha llegado el momento de que el PUEBLO despierte. Los políticos (de TODO signo y color) nos MANIPULAN. ¿Indulto? ¿corrupción? Hace falta estar ciego (con perdón) para no darse cuenta de que se ríen en nuestra cara y nos consideran poco más que unos números en las urnas, pero está claro que lo último que los políticos pensarían de nosotros es que somos personas, seres humanos, hombres y mujeres, mujeres y hombres.
¿Indultar a un criminal, único responsable de la muerte de un inocente? ¿Nos hemos vuelto locos o qué? ¿Dónde están los valores éticos? ¿Dónde está la justicia? ¿Para qué tantas leyes, tantas campañas de concienciación de seguridad vial, tanto paripé... si después aquí se cometen auténticas tropelías y no hay alma viviente que se moleste en denunciarlas?
Y me da igual que la oposición política critique el indulto. Primero, no me esperaba otra cosa, pues para algo está la oposición política al partido que gobierna. Segundo, también el PSOE ha indultado a cientos de criminales cuando ha podido. Todos son iguales, que nadie trate de convencerme. Justificar lo injustificable es patético, así que no voy a entrar en este juego de tirarse piedras los unos a los otros. Porque el premio de ese juego son unos cuantos votos. Y yo no pretendo eso, NO. Yo aspiro, nuestra sociedad aspira, a ser una sociedad JUSTA. El sr. Gallardón y su séquito han mancillado el principio elemental de la Justicia, al perdonar lo imperdonable. El ciudadano que no quiera darse cuenta de este atropello de los derechos elementales no merece ser ciudadano de un estado democrático. Por eso, TODOS, TÚ Y YO debemos asistir a la manifestación del lunes.
Pero que dejen ya de tomarnos el pelo.
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